MARIA

Por lunes, 13 noviembre, 2017 0 No tags Permalink 0

Iba cayendo la tarde

en Nazarez de Judea,

de luz y miel era el aire

de cristal el cielo era,

de músicas el silencio

y de blancura la aldea.

Por el pisado sendero

que lleva a la fuente nueva,

iba la niña en un sueño

con su jarro a la cabeza.

Dos ángeles la encontraron

temblaron de gozo al verla,

ya volvía de la fuente

con su jarro de agua fresca.

Se despojaron del manto

hecho de nubes y estrellas,

para que los santos pies

de aquella su dulce reina

no se manchasen de polvo.

¿Qué te parece María

nuestra encantadora bella?

pregunto un ángel  a otro

al verla tan dulce y tierna.

Me parece que Jehová

que posó su amor en ella

la ha dotado de tal gracia,

es tan hermosa y tan tierna,

es tan pura y tan de cielo,

es tan santa y tan ingenua,

que todo símil es bajo

para expresar su pureza.

Ni los lirios cultivados,

ni la cándida  azucena,

ni la nieve, ni los nardos.

son tan blancos como ella.

¡Cómo ella, la Inmaculada,

la niñita de Judea,

que con su jarro a la fuente

iba a coger agua fresca!

 

No se ha comentado aún

Escribir comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *