EL PROYECTO

Por jueves, 2 noviembre, 2017 0 No tags Permalink 0

El viento despeinó su pelo, ese pelo que ondulaba al viento con un brillo inconfundible y como el rocío a la flor él se fue acercando a ella.

Aquella mañana de primavera la brisa del valle y de la montaña se fundían con amor en aquella agradable espera. No recordaba el tiempo que había pasado sin saber de él. Cuando le vio por vez primera, era solo esperanza y vida, la vida del terruño de la casa solariega. El valle con sus frenos y chopos le daban sombra al agua del arroyo que regaba aquella tierra. La tierra tan querida, que a ella la envolvía con la brisa de tantas primaveras.

Esperó que llegara él con alba, escondida detrás de aquellas sombras que se repetían con frecuencia, caminando como caballos desbocados por los caminos del interior de su intelecto. Aquel proyecto se acercaba y al acercarse la absorbía por completo. Cuando la tenía fascinada se marchaba, entre la bruma de sus pensamientos. Parecía que huía enredado en la maraña de las neuronas de su cerebro. No tenía idea de cuando volvería, ni cuando podría dar vida a ese proyecto.

No se ha comentado aún

Escribir comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *