ALZHEIMER

Por jueves, 20 abril, 2017 0 No tags Permalink 0

Se marcharon los recuerdos
entre los pliegues del tiempo,
un tiempo no definido
que se evaporó al momento.

Recuerdos buenos o malos
que se fueron con la brisa,
a esos rincones inéditos
volando allí muy de prisa.

En aquella residencia 
entre sus cuatro paredes,
se ha quedado sola y triste
sin saber donde se mueve.

No pregunta por sus hijos,
ya no le quedan recuerdos,
es solamente una sombra
que mira sola a los cielos.

Con las células nerviosas
que atrofiaron su cerebro,
ya no se puede hacer nada,
no existe ningún remedio.

Triste, muy triste es la vida
para el enfermo y familia,
porque ilusiones y sueños
navegan a la deriva. 

 

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